En los últimos meses, Italia ha implementado una serie de medidas destinadas a regular el sector de los alquileres turísticos de corta duración. Una de las más destacadas es la prohibición del uso de cajas de seguridad con código para la entrega de llaves en estos alojamientos. Esta decisión, que entró en vigor el 18 de noviembre de 2024, busca abordar preocupaciones relacionadas con la seguridad pública y el orden en las ciudades históricas del país.
Motivaciones detrás de la prohibición
El Ministerio del Interior italiano ha señalado que la gestión automatizada del registro y acceso a propiedades sin una identificación visual de los huéspedes puede permitir que individuos peligrosos o vinculados a organizaciones criminales o terroristas se alojen sin ser detectados. La ausencia de un control presencial dificulta la verificación efectiva de la identidad de los inquilinos, lo que representa un riesgo potencial para la comunidad.
Además de las preocupaciones de seguridad, existe un interés por preservar la estética y el decoro de las ciudades. En lugares como Roma y Florencia, las cajas de llaves han proliferado en fachadas y espacios públicos, alterando la imagen tradicional de estas áreas históricas. El alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, ha respaldado la medida, afirmando que contribuirá a eliminar elementos que “desfiguran nuestras calles”.
Implicaciones para propietarios y turistas
Con la nueva normativa, los propietarios de alojamientos turísticos están obligados a recibir personalmente a sus huéspedes para verificar su identidad y registrar su estancia. Esto implica que el proceso de check-in debe realizarse de manera presencial, eliminando la posibilidad de auto check-in mediante cajas de seguridad o teclados automáticos. Los datos personales de los huéspedes deben ser comunicados a las autoridades policiales en un plazo de 24 horas desde su llegada.
Para los turistas, esta medida significa que ya no podrán acceder al alojamiento de forma autónoma utilizando códigos o llaves dejadas en cajas de seguridad. Deberán coordinar su llegada con el anfitrión para realizar el check-in en persona, lo que podría requerir una mayor planificación y comunicación previa al viaje.
Reacciones y perspectivas futuras
La prohibición ha generado diversas reacciones entre los actores del sector turístico. Mientras que las autoridades locales y algunos residentes consideran que la medida es un paso positivo hacia la mejora de la seguridad y la preservación del patrimonio urbano, asociaciones de gestores de alquileres de corta duración han expresado su preocupación. Argumentan que la prohibición podría incrementar los costos operativos y limitar la flexibilidad tanto para propietarios como para huéspedes.
Esta iniciativa forma parte de un esfuerzo más amplio por parte de las ciudades italianas para regular el turismo masivo y sus efectos en la vida urbana. Florencia, por ejemplo, ha anunciado planes para prohibir las cajas de llaves en su centro histórico a partir de 2025, como parte de un plan para promover un turismo más sostenible y mejorar la calidad de vida de los residentes.
En resumen, la prohibición del uso de cajas de seguridad con código en los alojamientos turísticos en Italia refleja una creciente preocupación por la seguridad y la preservación del patrimonio urbano. Aunque la medida busca abordar problemas reales, su implementación requerirá adaptaciones tanto por parte de los propietarios como de los turistas que eligen Italia como destino.