La Comunidad Valenciana prohíbe las cajas de llaves en pisos turísticos: Regulación, sanciones y nuevas exigencias

En julio de 2024, la Comunidad Valenciana anunció una nueva normativa que prohíbe el uso de cajetines o cajas de seguridad con llaves o códigos en los apartamentos turísticos. Esta medida, que forma parte de un decreto más amplio sobre viviendas de uso turístico, tiene como objetivo reforzar el control sobre este tipo de alojamientos y mejorar la convivencia en las comunidades de vecinos.

Motivaciones de la prohibición

La consellera de Turismo, Nuria Montes, explicó que la instalación de cajetines en los exteriores o interiores de las viviendas ha generado malestar entre los residentes locales. En algunas ciudades, estos dispositivos han sido objeto de sabotaje debido a la percepción de que facilitan el acceso de turistas sin un control adecuado. Al obligar a los propietarios a entregar las llaves en mano, se busca garantizar una mayor supervisión de los inquilinos y reducir posibles conflictos vecinales.

Requisitos adicionales para los apartamentos turísticos

Además de la prohibición de los cajetines, la nueva normativa establece que todas las viviendas turísticas deberán estar registradas oficialmente antes del 31 de diciembre de 2024. Aquellos propietarios que no cumplan con este requisito se enfrentarán a sanciones que pueden alcanzar hasta 600.000 euros en casos graves. Esta medida pretende regularizar la oferta de alojamientos turísticos y combatir la economía sumergida en el sector.

Otro aspecto destacado del decreto es la exigencia de que, antes de obtener la licencia turística, los propietarios presenten una certificación que acredite que la comunidad de vecinos no prohíbe esta actividad en sus estatutos. Además, la licencia de vivienda turística perderá su validez en caso de venta o transmisión del inmueble, lo que implica que el nuevo propietario deberá solicitar una nueva autorización si desea continuar con la actividad.

Reacciones y perspectivas

La implementación de estas medidas ha generado diversas opiniones entre los actores del sector turístico y los residentes locales. Mientras algunos propietarios consideran que la prohibición de los cajetines dificulta la gestión de los alquileres y puede afectar la rentabilidad, otros vecinos aplauden la iniciativa, esperando que contribuya a una mejor convivencia y a un mayor control sobre el flujo de turistas en sus comunidades.

Con este decreto, la Comunidad Valenciana se suma a otras regiones que buscan equilibrar el desarrollo económico del turismo con la calidad de vida de los residentes, estableciendo normativas que regulen de manera más estricta el alquiler de viviendas para uso turístico.